16 de mayo de 2012

IDEAS

En las redes sociales han surgido buenas y malas ideas, de las segundas más que de las primeras, todas ellas en cantidades ingentes y desordenadas. Mi caso personal no es diferente al del resto: Además de soltar infinidad de sandeces, de tanto en tanto he expresado alguna aproximación a lo que podría ser considerado como una idea a tener en cuenta. Y, de entre todas ellas, hoy me quedo con dos:

- Menos internet y más leer. - Esta iniciativa no es una idea original. En realidad la copié de unas publicaciones hechas por una amiga (gracias, maja!) que, tras tomar entre sus manos uno de esos bloques laminados de celulosa compactada y encolada e impregnada en tinta, fotografiaba la portada y la compartía con el resto de sus conocidos y amigos. La idea me gustó por partida doble: Porque me permitiría compartir mis gustos o tendencias literarias y mi dudoso gusto por fotografiar cosas inertes, y porque me incitaría a leer más.
En FB se quedó como un intento. Aquí la idea cobrará algo más de cuerpo.

- Menos internet y más cine. - Esta iniciativa no es del todo nueva para mi. Desde hace tiempo he comentado alguna que otra película en éste, mi pequeño rincón de internet. Lo novedoso de la idea pretende ser una recopilación de las películas que he visto a lo largo de mi vida, las que recuerde como más reseñables (por el motivo que sea) y las que vea recientemente, todas ellas acompañadas de su respectivo cartel. No soy crítico de cine; ni siquiera soy crítico ni selecto con lo que le hago soportar a mis pupilas, así que no esperes grandes y elocuentes crónicas. Es más, no esperes que comente demasiadas películas. La excepción de haber visionado tantas recientemente se termina mañana mismo, cuando el médico me dé al fin el alta y vuelva al tajo, pero han sido muchas las que he visto a lo largo de mis casi cuarenta años, y aquí quedará constancia de un buen puñado de ellas.

Como verás, cada vez me aparto más de internet como herramienta de distracción (es la idea que me mueve últimamente) y refuerzo su uso como fuente de consulta y herramienta de comunicación, a pesar de que casi nadie se comunica ya por correo electrónico y resulta difícil estar al día, de todas esas gilipolleces que tanto nos importan, si no estás enganchado a tu red social. Es por eso que he vuelto a desatender mi usuario de FB en pro de retomar mis tareas blogísticas, mucho más provechosas para mi intelecto y satisfactorias para mi ego.

Al que no le guste, que no mire.