13 de octubre de 2010

EL DIA DE LA FIESTA DESLUCIDA

No suelo acudir a esta clase de eventos, pero ayer nos apetecía mezclarnos con la multitud y ver desfilar a los que consagran su vida a la defensa nacional a cambio de cuatro chavos, y nos encontramos tan lamentable espectáculo que decidimos dar media vuelta y marcharnos. Unos pocos (reitero lo de POCOS) se empeñaron en deslucir el acto a fuerza de abucheos y silbidos contra el Presidente del Gobierno, abochornando hasta al mimísimo Jefe de Estado. Grave me parece que no respetaran ni el homenaje a los caidos ni a los familiares afectados, allí presentes. Pero es que algunos canales de televisión no vieron más noticia que tan lamentable espectáculo, repitiéndolo una y otra vez en sus adulterados informativos.
Digo yo que hay muchos otros medios para demostrar disconformidad con el actual gobierno, empezando por el ejercicio del derecho a voto, las manifestaciones legalmente convocadas o plantarse en la Carrera de San Jerónimo y expresar sus impresiones directamente a los individuos que venga al caso, pero aprovechar un acto público de tamaña envergadura con tan vulgar demostración de modales me parece de lo más bajo y desdeñable.

Del día de ayer me quedo con unos cuantos recuerdos agradables: Las risas que nos echamos marujeando por La Castellana, el rato de accidentado café volador en la terraza del Starbucks (¿se escribe así?) y la foto que me tomó mi niña entre tanta Harle Davidson de la Guardia Real. El resto podremos obviarlo.


Por si nadie te lo dijo ayer: ¡Felicidades por ser Español! Tenemos lo que nos merecemos... ¿o no?