29 de julio de 2008

GADGETOCAMARA

¿Para qué diablos sirve llevar una cámara de fotos en el teléfono? Bueno, al Superagente 86 seguro que le serviría de mucho, o a Mortadelo y Filemón... Seguramente un tasador o un périto de seguros le sacan mucho partido. Pero ¿Tú haces fotos con el móvil?
A pesar de lo poco que saco a pasear mi reflex no pierdo ganas de tomar instantáneas; Me gusta hacer fotos y gracias al celular he podido captar imágenes que, de otro modo, aún seguiría teniendo pendiente. No quiere decir que deje de apetecerme hacer una buena foto porque ya la haya tomado con la cutre cámara de poco más de un Mpixel. No, pero alivia saber que puedes llevarte un recuerdo, una idea, un proyecto en una imagen. Como muestra un botón... o tres:

Cementera junto a la Playa de la Araña - Málaga.

Fábrica próxima a La Roda, en la A-4.

Muralla de la Alcazaba - Málaga

Está claro que no son grandes fotos, la resolución, el color, el enfoque... todo deja mucho que desear, pero me ayudan a plantearme un encuadre, una hora a la que tomar la foto, un punto de vista...

Recuerdo cuando los fotógrafos de antes trabajaban con una Polaroid Instant a mano. Antes de tirar con placas de medio formato o caras películas, se aseguraban de que lo que había delante de ellos era realmente lo que querían retratar. Entonces disparaban la instantánea y despejaban dudas. Lo digital facilita mucho el proceso.

ENVIDIA COCHINA

Quiero ser famoso y que me sobre pasta para hacer cosas como ésta. Porque ¿no me dirás que no te da envidia este tipo? En realidad son dos tipos, Ewan McGregor y su mejor amigo, Charley Boorman. Se montaron en sendas bemeuves y recorrieron veinticuatro mil kilómetros (qué pronto se dice) desde el norte de Escocia hasta el sur de África.


Me conformaría con hacer una rutilla por marruecos, hacia la cordillera de los Altas, hasta la base del Jbel Toubkal. Ya se, lugares míticos poco turísticos, soy así de raro. Saber que no tienes un teléfono móvil que te saque de apuros, que todo lo has de solucionar con tus propias manos, como cuando salía con Diego a rodar en bici por los montes de Málaga y teníamos que solucionar nuestras averías, pero a lo grande.


En mi vida echo en falta algo de aventura, sensaciones bien diferentes a lo cotidiano, monótono y aburrido. Menos mal que el próximo lunes salgo con mi rojita para Castro Urdiales a pasar cinco días recorriendo carreteras castellanas, vascas y cantabronas. Con suerte hasta tendremos ruta por bosques de Vizcaya, Chema con su Monstruíta y yo con Alita ;)

Mientras tanto, dientes largos:
http://www.natgeo.tv/especiales/travesia/