Resulta irónico que las primeras fotografías que le he hecho a mi moto nueva hayan sido para un informe pericial. Cuando a la Vida le da por gastarte bromas, joder, no hay quien la soporte. Me consuelo pensando que no ha sido para tanto, que al fin y al cabo funciona y todo tiene arreglo. Ni veinticuatro horas pasaron desde que la saqué del concesionario y un compañero de trabajo me la tumbó en el aparcamiento. Alegría que me dió. Descansaré cuando hayamos arreglado los papeles del seguro.
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Cuando vuelva a estar nueva os la enseñaré a todos. Mientras tanto... mmm...
