Si es que no me canso de decirlo: Lo que hay es un serio problema de comunicación. Porque resulta más fácil ir directamente a la autoridad a denunciar que tratar de hablar con el vecino y solucionar los problemas de un modo racional. Ahora me toca dar explicaciones, pedir disculpas (no las debo pero el agraviado seguramente las espera) y reclamar derechos para que no vuelva a suceder. Éso o liarnos a leches y acabar delante de la autoridad competente...
A veces resulta frustrante compartir el alojamiento. La única buena nueva que me han dado hoy (hasta ahora) es que ya tengo secadora.
O cambio de trabajo o me voy de Madrid... o ambas cosas.
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Menos mal que siempre encuentro algo divertido que me alegre el día. Esta imagen me la manda un ¿amigo? desde Japón. Desconozco la procedencia real de la fotografía pero eso no le resta ingenio.
Espero que a tí también te arranque una sonrisa, que no hay nada mejor que empezar el día con humor, aunque haya siempre un hijo de la gran chingada dispuesto a jodértelo.
