17 de octubre de 2007

SE ACUMULA EL TRABAJO

¡Que no! ¡Que ésto no es trabajo!
Precisamente lo hago para evadirme de ciertas obligaciones para con la empresa y la rutina. Y hoy, aprobechando que gozo de mucho tiempo libre (hasta que el jefe se de cuenta de que he terminado con las etiquetas del último reparto), me he puesto casi al día con los textos y temas del último fin de semana, los cinco asuntos que ves debajo de éste. Hay mucho más que contar y mucho que se queda en el tintero (por motivos que no vienen al caso). Poco a poco, que no sobra tanto tiempo ni quiero saturar a los cuatro gatos que me visitáis habitualmente. Venga a tragos el suplicio...

Tratando de congraciarme conmigo mismo he preparado una selección de imágenes que iré publicando poco a poco. Si alguien en algún momento se sintiera molesto por aparecer entre éstas, que no dude en escribirme, llamarme, o tirarme mensajes envolviendo una piedra (Manolo, qué grande eres!).

Joaquinito, mi rey: El lápiz está como tiene que estar, no quieras que lo afile más que se gasta. Y respecto a mis enamoramiento, creo que he sabido separar lo platónico de lo corpóreo, lo espiritual de lo carnal, lo... Joder, que me lías, je, je, je...
Que dejes el celibato pa' los célibes, que yo me quedo como estoy, con mis vicios y virtudes. Y al que no le guste que no mire!!!
Besos y tal, majo.
Al resto os besaría, pero mi poca vergüenza me impide besar a los desconocidos. Con las desconocidas hago excepciones...

RETRATOS








No son los mejores retratos, tampoco son los más recientes... En cualquier caso son fotos divertidas y, qué carajo, me apetece enseñarlas!

De Arriba a abajo, de izquierda a derecha: Nuka, Isa, Kathy, Juan, Kike, Diego, Blanca, Marleni y los tres monos sabios ¿?...

Próximamente más.

EL PUERTO

El Puerto de Navacerrada, a sesenta y tantos kilómetros de Madrid, alberga cantidad de refugios y hospedajes de pago para apasionados de la naturaleza, comensales de buena mesa y deportistas de diversas tendencias, todos ellos amantes de la montaña. Lo mismo me da que amen la montaña o que la detesten. Hace tiempo que dejó de importarme la opinión del resto del mundo respecto de lo que a mi me gusta, así que las tropocientas veces que tuve que escuchar que allí se come bien, que va gente de todas partes a probar el cochinillo segoviano a la sierra, que si los vinos, que si los embutidos... me la suda! (perdón por ser tan soez pero el día no acompaña para cortesías y comentarios comedidos).
Me han invitado a pasar un fin de semana allá arriba, cuando nos visiten las nieves. A decir verdad me han invitado a subir cuando quiera, las veces que quiera, con copas y cafés a cuenta de la empresa. Lo único que me han pedido es que lleve conmigo la cámara de fotos y las ganas de caminar. Hay rutas y senderos para aburrir, todo precioso, todo casi salvaje, si eres capaz de no fijarte en los remontes, telesillas, tendidos eléctricos, antenas de telefonía móvil...
El próximo día subiré caminando a la Bola del Mundo. Un cerro más al sur tendré ocasión de hacer unas fotos fantásticas de todo Madrid, si la meteorología lo permite. Unas tres horas de subida y otras tantas de regreso, unos bocadillos, mucho líquido, ropa ligera de abrigo y buena compañía. No hace falta más.

Imagen extraída de la Wikipedia. Las próximas que publique serán mías.

Viernes, 12 de octubre de 2007

REFLEXIONES

Encontrar la solución mientras todavía importa...

Es una buena reflexión. Tiene sentido. Porque a veces nos empeñamos en encontrar solución a algo que carece de importancia, que ya no tiene arreglo.
Ahora vas y se lo explicas. Si, tú, que estás ahí leyendo mientras el resto del mundo se pregunta de qué coño estoy hablando. Vas y le explicas que ya no tiene importancia, que puede ir pensando en buscarse otro perro que le ladre, que un servidor ya tiene princesa ante la que rendir un mundo, un firmamento, un universo. Eso es lo que se pierde.

El mundo está lleno de oportunidades. No malgastes tu tiempo en cosas o personas que carecen de la importacia suficiente. Tú eres lo más importante.

Ahora voy yo y me lo creo...

(Reflexiones de una noche en mala compañía).

UN DOMINGO CUALQUIERA

Un ligero dolor de espalda me acompaña mientras escucho por enésima vez Blue Monday Hangover de la mano de Albert Collins. Me ha acompañado en el reproductor portátil desde que salí, harán ya unas cuatro horas, a dar un paseo por Madrid. No ha sido un paseo largo, más bien todo lo contrario, teniendo en cuenta cómo son mis paseos cuando lo que realmente me apetece es caminar y ver gente, pensar poco y quemar calorías de vida sin pensar en el día que viene. Y me ha resultado ameno. Mucha gente, virtud del agradable sol que ha lucido todo el día sobre la capital, caluroso en su justa medida. Porque la gente ya sale abrigada a la calle sin pensar que aún está por llegar el frío que desean, que estamos en otoño, pero con el astro rey en todo lo alto parece que acaba de llegar la primavera.

Ya en casa he encendido el computador, he dispuesto una manzana y una botella de agua mineral cerca del teclado y me dispongo a rebuscar en una de las copias de seguridad en busca de unas fotos que tengo pendientes de ser compartidas con el resto de la humanidad.

Estas dos (arriba y abajo) son de un corto viaje desde Málaga por Punta Paloma, Tarifa y alrededores. Si mal no recuerdo (o no quiero recordar) también cayó Gibraltar.


Estas otras dos correspondes a una vista de Ronda desde el Sur (arriba) y una plaza balcón en Genalguacil (abajo), pueblo digno de ser visitado por lo pintoresco de sus calles repletas de esculturas de todas las temáticas y estilos. Más que pintoresco se diría esculturesco... (chiste fácil a la vez que malo). Algún día escribiré de ello.


Este es el Palacio del Infantado, en Guadalajara. Aunque no se aprecia con claridad, también se trata de una fotografía panorámica. Después de este artículo creo que queda patente lo mucho que me gusta este tipo de fotografías. Es otra de mis pequeñas pasiones, junto con la fotografía estereoscópica y el retrato.

La del encabezamiento es una vista nocturna del barrio donde vivía en Alcantarilla (Murcia), concretamente el barrio de Campoamor, tras la Plaza de Abastos.


Domingo, 14 de octubre de 2007
20:00

LA MÚSICA

La música es la fisoterapia del mundo.

Estaba viendo El milagro de Candeal y oí a un abuelo decir que lo importante es vivir alegre y morir alegre, trasmitiendo la alegría a nuestros nietos.

Ha habido un momento que se me han saltado las lágrimas al oir un ritmo y repetirlo mentalmente; se me ha escapado por la boca a la vez que se me humedecían los ojos y me he desmoronado un segundo. Después me han inundado las sensaciones de escalofrío y añoranza de no se bien qué, si mi infancia, si la familia, si la compañía de gente con la que mantengo lazos algo más profundos que los de la amistad. Un trago de Coca-Cola Zero me ha traído de vuelta a la cutre realidad, aunque siguen cantando Carlinhos Brown y compañía en la tv.

No se si saldré, hoy no me apetece ver al resto del mundo. Me apetece sentir, recordar, encharcar mi cara con recuerdos sin pensar que mañana está a la vuelta de la esquina y que pasaré otro mal día. No por que no sea capaz de ser feliz. Quiero tener otro mal día antes de empezar de nuevo. Reivindico mi derecho a estar triste.

Mierda! Otra vez los escalofríos, otra vez las lágrimas. ¿Acaso tú podrías evitarlo?

Bebo, maestro, que tu música nunca muera.

(Sábado, 13 de octubre de 2007)